El water de oro de Zelenski

Novela hiperbólica, distópica y sin anestesia en seis capítulos + epílogo

(Europa del Este y Oeste, invierno de 2032 – temperatura media: –12 °C en la calle, 9 °C en las casas, 42 °C en el culo presidencial)

Capítulo 1 – El día que Luis Toribio se quedó en bolas y sin vaporLuis Toribio, 52 años, ex-funcionario de Hacienda reconvertido en «ciudadano de renta básica solidaria ucraniana», entró al Polideportivo Municipal «Volodímir Zelenski – Héroe Eterno de Europa» con su toalla de ikea del año 2019 (ya considerada reliquia de la era pre-solidaridad).El cartel era el mismo desde hacía ocho inviernos, pero ahora con tipografía oficial de la Comisión Europea:

«Sauna seca cerrada por avería crítica de la resistencia térmica alemana modelo Greta-3000. Tiempo estimado de llegada de la pieza: entre 27 y 94 días hábiles (según el humor del proveedor). Gracias por su comprensión y por los 87.000 millones enviados este mes a Kiev.»El jacuzzi emitía un sonido parecido al llanto de un bebé abandonado. La piscina estaba a 11 °C. Un cartel flotante decía: «Temperatura reducida por solidaridad con los niños congelados de Járkov». Un niño español, azul, preguntaba: «Mamá, ¿los niños de Járkov se bañan en agua caliente?» La madre, con lágrimas congeladas: «No, cariño, ellos tampoco. Pero tienen valores».Luis se sentó en un banco fabricado con palés de munición de 155 mm reciclados. Sacó su móvil 100 % sostenible (carga máxima permitida: 3 % diario) y tuiteó:

«Gracias Zelenski por el water de oro. Hoy otra vez me ducho con agua a 8 °C. Mi solidaridad es tan grande que hasta me sale vapor de los cojones.»

Le cayeron 47 denuncias automáticas por «discurso de odio térmico».

Capítulo 2 – El váter que costaba más que tu vidaEn la nueva residencia presidencial de 2.400 metros cuadrados en los Cárpatos (construida por BlackRock, decorada por IKEA edición limitada «Democracia de Lujo»), Volodímir Zelenski pulsó el botón de diamante de su váter japonés Toto Neorest NX-9000 edición oro 24 quilates. Valor: 4,2 millones de euros.El váter detectó su estado de ánimo, puso «Imagine» de John Lennon en versión piano-orquesta-filarmónica-de-Kiev, abrió la tapa con reverencia real, calentó el asiento a 39,8 °C, lanzó chorros de agua Perrier con aroma a libertad y, al terminar, secó el culo presidencial con aire ionizado a 45 °C perfumado de victoria.En ese preciso segundo, en 112 millones de hogares europeos se apagaron 0,00047 °C de calefacción. Nadie lo notó. Bueno, sí: todos lo notaron, pero estaba prohibido decirlo.

Capítulo 3 – Los héroes del patinete y el tirachinas homologadoEn el frente, el batallón «Abuelos por la Libertad» avanzaba a 27 km/h en patinetes Xiaomi Pro 2031 edición OTAN. Llevaban cascos con la pegatina «CE – Cumple Agenda 2030» y tirachinas de alta precisión fabricados en Alicante con plástico reciclado de botes de gel hidroalcohólico.El sargento Mykola, 71 años, ex-profesor de literatura, gritaba:

«¡Adelante, camaradas! ¡Por el váter de oro!»

Su patinete se paró en seco. Pantalla: «Límite mensual de kWh alcanzado. Gracias por defender Europa. Ahora camine.»Un dron ruso pasó por encima y soltó un folleto: «Queridos abuelos ucranianos: aquí tenemos calefacción a 24 °C y el gas cuesta 11 céntimos. Os esperamos con los brazos abiertos y borscht caliente.»

Mykola lloró. Pero era delito llorar, así que dijo que era «lluvia solidaria».

Capítulo 4 – El menú «Sabor Democracia» (ahora con extra de gusano)En el Comedor Social «Ursula von der Leyen» de Leganés, Luis hacía cola con su tarjeta de 312 euros/mes «Renta Europea de Resistencia».Menú del día (obligatorio):  Entrante: croqueta de grillo con salsa de algas del Mar Negro 

Plato principal: filete de larva de escarabajo empanado con panko de mascarillas usadas 

Postre: helado de proteína de cucaracha sabor «victoria inminente» 

Bebida: agua del grifo a 6 °C (la caliente es de pago extra solidario: 9 euros/litro)

En la pantalla gigante, Zelenski en bañador dentro de su jacuzzi privado:

«Queridos europeos, gracias a vuestro sacrificio mi water sigue calentito. ¡Slava Europa! ¡Slava el váter!»

Aplausos grabados. Luis susurró: «Ojalá se le atasque el bidé eterno». Le cayeron otros 12 puntos de crédito social.

Capítulo 5 – La gran revelación en el Consejo de Ministros térmicosBruselas, sala secreta bajo el Berlaymont.

Ursula von der Leyen, con chaleco de lana de oveja ucraniana, anuncia:

«¡Buenas noticias, camaradas! Gracias al nuevo váter presidencial de platino (12 millones de euros), hemos logrado ahorrar 0,0003 °C en toda la UE. ¡Estamos ganando la guerra del frío!»Un ministro español pregunta tímidamente:

«¿Y no sería más barato… no comprarle váteres de lujo?»

Silencio sepulcral. Le retiran la palabra y la calefacción para siempre.

Capítulo 6 – La rebelión de los cojones congeladosLuis Toribio, harto, crea un grupo de Telegram: «Ciudadanos sin agua caliente pero con dignidad». En 48 horas: 11 millones de miembros.Primer manifiesto:

«Exigimos:  Que Zelenski cague en un váter normal como Dios manda. 

Que las piezas alemanas lleguen en menos de 8 años. 

O, en su defecto, que nos dejen comprarle gas a Putin otra vez aunque sea a escondidas.»

La respuesta europea es inmediata: declaran el grupo «organización terrorista térmica». Detienen a 400.000 personas por «poseer estufas de butano ilegales».

Epílogo – El gran final (2035)Luis Toribio está en la cárcel climatizada a 9 °C. Comparte celda con un abuelo ucraniano que cruzó la frontera andando.El ucraniano le dice:

«¿Sabes qué es lo más gracioso? El váter de oro se estropeó el año pasado. Ahora Zelenski caga en un cubo como nosotros.»Luis se ríe tanto que se le calientan los cojones por primera vez en diez años.Fin.

(La pieza alemana sigue sin llegar)