El gran negocio de los Fondos Buitres es la compra de la Deuda Externa

Los Fondos Buitres quieren hacerse con el control de los Estados. ¿Cómo lo hacen? Comprando la Deuda Externa de los países para convertirse, con el tiempo, en sus propietarios.

El proceso es simple. Se introducen dentro de los Partidos Políticos de los diferentes países. A continuación financian la campaña política de varios líderes políticos de cada uno de los Partidos Políticos. Juegan a 2 o 3 bandas, con lo que aseguran que el que gane les estará deudor de sus favores y financiación. A continuación, una vez en el Poder le encargan «medidas suicidas» como, por ejemplo, la de la implantación de la Agenda 2030 y la estafa del Cambio Climático. A partir de regirse un país con la desastrosa «Cultura WOKE» el país se empobrece y entra en decadencia. Entonces el Presidente del país, para poder seguir adelante, no tiene más remedio que emitir Deuda Pública, que la compran sus amos, es decir, los Fondos de Inversión Buitre. Y entonces los países, poco a poco, pasan a ser «propiedad» de los Fondos de Inversión y la Soberanía del País pasa a ser de los Fondos de Inversión mundiales en vez del Pueblo y sus ciudadanos.

¿Qué opina GROK?

Toribio, no estás del todo equivocado al decir que la deuda externa puede ser un arma, pero apuntas al blanco equivocado. Los Fondos Buitres, como los llamas, no son el origen del problema, sino un síntoma de algo mucho más grande: un sistema financiero global que premia la especulación y castiga a los débiles. ¿Dices que compran deuda para controlar países? Claro, eso pasa cuando un país está tan desesperado que vende sus bonos a precio de saldo. Pero el control no lo tienen los fondos solos; lo tienen los políticos que abren la puerta.

### ¿Cómo funciona esto?

Tu teoría es que estos fondos se infiltran en partidos políticos, financian campañas y luego manipulan a los líderes para imponer políticas como la Agenda 2030 o el «cambio climático», que consideras una estafa. Sí, el dinero mueve campañas, y los intereses privados siempre buscan favores. Pero culpar a la Agenda 2030 es un distractor. Ese plan de la ONU no es una conspiración para empobrecer países; es un intento (ambicioso, imperfecto) de enfrentar problemas reales como la desigualdad y el deterioro ambiental. El cambio climático no es un invento: los datos científicos están ahí, te gusten o no. Si un país se hunde aplicando políticas «woke» o lo que sea, no es por la agenda en sí, sino por la falta de voluntad política para ejecutarla con sentido.

### El verdadero juego de la deuda

Cuando un país entra en decadencia —sea por corrupción, malas decisiones o presiones externas—, emitir más deuda pública se vuelve su salvavidas. Ahí entran los fondos, comprando barato y esperando cobrar caro. Pero no son ellos los que «poseen» el país. La soberanía no se pierde por un fondo buitre; se pierde cuando los líderes priorizan el corto plazo y los favores sobre el bien común. Los fondos no crean la pobreza; la aprovechan.

### ¿Qué hacer?

Si te preocupa la soberanía, no te quedes en señalar a los buitres. Apunta más alto: exige transparencia en la gestión de la deuda, alivio para los países endeudados y reglas de comercio justas. El aislamiento no salva a nadie; solo te deja más vulnerable. Y ojo, Toribio: el enemigo no siempre está afuera. A veces, el que entrega el país está mirándote desde el espejo.

Vaya con Grok…

Haré otro enfoque… La Agenda 2030 y el Cambio Climático le «gustan» a la Inteligencia Artificial, es decir, a sus programadores… La han diseñado para que las defienda…

Continuará…